lunes, 30 de marzo de 2015

Quico Sabaté, un luchador libertario en el maquis catalán.

Francesc Sabaté nació el 30 de marzo de 1915 en L’Hospitalet (Barcelona) y murió acribillado a balazos el 5 de enero de 1960 en Sant Celoni. En este año celebramos el centenario del nacimiento de este destacado maquis que junto con Facerías y “Caraquemada” lideraron los grupos antifranquistas del maquis catalán.

A los siete años, su padre le interna en el reformatorio de Barcelona. Allí conoce al “Marianet”, que con el tiempo será secretario general de la CNT durante la Guerra Civil. Quico se escapa del reformatorio y vuelve a L’Hospitalet.

Al proclamarse la Segunda República, Quico se afilia al Sindicato de Oficios Varios de la CNT de L’Hospitalet. Es protagonista, aunque no muy destacado por su corta edad, en la revolución anarcosindicalista de la cuenca del Llobregat. Con su hermano José, el primogénito, y tres más, forman el grupo de acción “Los Noveles”, afecto a la FAI.

El 18 de julio de 1936 se enrola en la columna “Los Aguiluchos”, organizada por Joan García Oliver, y marcha al frente de Aragón. Pero Sabaté y tres amigos, tras un incidente con un comisario comunista huyen y se esconden en Barcelona y encuentran el cobijo del Comité de Defensa de las Juventudes Libertarias. Tras ingresar en la Columna Durruti pasa la frontera francesa el 10 de febrero de 1939 por Puigcerdà y es internado en el campo de concentración para peligrosos de Vernet d´Ariège. En diciembre Sabaté es liberado.

En 1943 se traslada con su mujer y su hija a Perpignan, donde con la ayuda del alcalde y la Organización compra herramientas y alquila el Mas Casenove Loubette, en el término de Coustouges, a menos de un kilómetro de la raya fronteriza con la provincia de Girona. Desde este punto, Sabaté planifica diferentes acciones que lo hicieron famoso.

A comienzos de 1945 será cuando el Quico se convierta en el guerrillero urbano más audaz de la CNT-FAI. Su profundo conocimiento del terreno de los Pirineos catalanes, le permitía la huida hacia su Mas Casenove Loubette, o bien le facilitaba la infiltración en Barcelona.

La primera vez que entró en España después de la guerra, lo hizo para guiar y proteger a una delegación cenetista. Le acompa- ñaban Jaume Parés Adán “Abissini” y Joan Sales Millón “Roget”, responsable este último de que Sabaté retomara el camino de la lucha antifranquista. Llegaron hasta L’Hospitalet, contactaron con los grupos libertarios y realizaron los primeros atracos. En uno de ellos dejaron escrito su mensaje: “No somos atracadores, somos resistentes libertarios. Eso que nos llevamos servirá para dar de comer a los hijos de los antifascistas que han fusilado, que se encuentran abandonados y sufren hambre. Somos los que no hemos claudicado, ni claudicaremos y seguiremos luchando por la libertad mientras tengamos un soplo de vida”. También se dedicaron a reconstruir puntos de apoyo, tanto en Barcelona como en el campo y a distribuir depósitos de armas.

Durante una década, el grupo de Sabaté estuvo realizando operaciones de introducción de armamento, rescate de compañeros, expropiaciones para conseguir dinero para la lucha, etc. Con muchos éxitos en sus acciones pero también anotando bajas en el movimiento libertario, ya fuera por delaciones obtenidas por torturas a compañeros detenidos, como por fallos en los preparativos de las operaciones.



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