miércoles, 18 de noviembre de 2015

Comunicado de “Alternative Libertaire” (Atentados En París: Contra Sus Guerras, Nuestra Solidaridad)

Una ola de ataques mortales tuvo lugar ayer por la noche en París y Saint-Denis. El gobierno francés ha estado llevando a cabo guerras en varios países (Libia, Malí, Siria …) desde hace años. Estas guerras hoy en día tienen un impacto en el territorio francés.


Hemos afrontado a los ataques que han tenido el objetivo de difundir el terror y estimular divisiones dentro de la población. Alternative Libertaire condena estos ataques: matar a la gente al azar en la calle con el único propósito de crear terror es algo despreciable. Estos ataques son obra de un movimiento político –el yihadismo salafista– cuyas primeras víctimas son las poblaciones civiles de Oriente Medio y que ya han afectado a Beirut en los últimos días. Este mismo movimiento político es el que perpetua la guerra contra las fuerzas progresistas de la población kurda en Siria.

A raíz de estos ataques, seremos testigos de un frenesí de seguridad que es mantenido por las fuerzas políticas que utilizan el miedo para posicionarnos los unos contra los otros. Ahora, los inmigrantes y la minoría musulmana en este país están empezando a ser afectados por las declaraciones políticas y se convierten en objeto de represalias indiscriminadas.

Las medidas de restricción de la libertad y el fortalecimiento de ésta no previenen nuevos ataques. El estado de emergencia representa la suspensión de muchos de los derechos democráticos, la legalización de las medidas de represión a gran escala con respecto a los diversos sectores de la población que no tienen nada que ver con los ataques.

Estamos en contra de la decisión del gobierno de tomar esta oportunidad para prohibir las movilizaciones populares y ecologistas por venir. Todo esto llevará a dividir y fortalecer los temores y odios. Y sólo conducirá a un incremento de los ataques terroristas cada vez más sangrientos y a respuestas de seguridad cada vez más represivas. La respuesta no es ni la retirada ni la militarización de la sociedad.

La solución no vendrá de aquellos que han contribuido a esta situación mediante sus políticas militaristas, imperialistas, discriminatorias y de odio. Ellos usan esto para imponer un estado policial cada vez más fuerte y una falsa unidad nacional entre explotadores y explotados, que rechazamos y denunciamos.

La solución requiere el fortalecimiento de la solidaridad, en los barrios y en nuestros centros de trabajo, y por medio de la asociación de todas las personas que se niegan a soportar los regímenes de terror. ¡No quedará como caso aislado! Vamos a encontrarnos para hablar de nuestras responsabilidades con esta situación, sobre todo en términos de acciones conjuntas de todas las fuerzas de transformación social posibles.



Extractivismo: Deterioro Social y Ambiental en la Guajira


La extracción de materias primas para aumentar las exportaciones según la demanda a nivel mundial de los países netamente industrializados y de primer orden, afectan en gran medida las condiciones sociales y económicas de las poblaciones donde se realiza esta nefasta práctica, es decir, en los sectores subalternos de los países periféricos donde el neoliberalismo extremo, la economía transnacionalizada acompañada de la violencia para-institucional son protagonistas en la realidad nacional de dichos territorios.

Es esa realidad la que impera en Colombia, la locomotora minero-energética, cabeza de lanza del gobierno nacional de Juan Manuel Santos incluye este modelo de despojo para insertarse en las dinámicas económicas mundiales a lo sumo impuestas por organismos internacionales tales como el Banco Mundial, el fondo monetario internacional y demás entes del capitalismo contemporáneo. Dichas organizaciones, operan de manera criminal promoviendo nocivas políticas sin importarles ni en lo más mínimo la caída de precios que sufre el sector minero que se traduce en mayor producción y aumento de reservas (1), es decir, mayor explotación del mineral con los diversos efectos lesivos que trae (2). Un caso sintomático al respecto es la problemática vivenciada en departamentos con enormes riquezas en bienes naturales y materia prima como es el caso de la Guajira del cual versa este artículo.

La Guajira es un departamento costero en la zona norte de Colombia que atraviesa por una de las peores crisis económicas, políticas, sociales y ambientales de los últimos tiempos. Sus 900. 000 Habitantes se debaten entre la pobreza extrema, el contrabando, la falta de agua (3) y el paramilitarismo, este último, representado fielmente gracias a la recién gobernadora electa Oneida Pinto, que lleva tras de sí una fuerte maquinaria política de grupos paramilitares (4) que salvaguardan en la región los intereses de las empresas transnacionales y su apetito por monopolizar el subsuelo guajiro ya que es “una de las zonas del país que mayor recurso energético alberga, al tener las mayores riquezas de gas, el cual, representa el 43.4% de las reservas probadas nacionales, con una producción diaria de aproximadamente 400 millones de pies cúbicos, en manos de la Chevron Texaco”(5), además del carbón, del que se encuentran dos de los yacimientos más grandes del mundo (6).

Al hablar entonces de extractivismo en Colombia es ineludible no remitirse a la Guajira ante la gravedad de la situación que se presenta en esta región del país que ha sido denunciada reiterativamente por distintas organizaciones y movimientos sociales en diversos espacios, alertando en este sentido, a organismos internacionales (7) que aseguran como problemático el recrudecimiento del extractivismo por sus efectos nocivos en la población y el el entorno, cuestión que queda al descubierto de manera ejemplificantemente con la desviación de los ríos Rancheria y César a causa de la dinámica de expoliación que profundizando la crisis que afecta al departamento en materia de salubridad y recursos hídricos (8).


jueves, 12 de noviembre de 2015

La mujer, el conflicto y el mercado de la carne

La nueva edición de la revista Soho promete ser un éxito, dice Semana[1]. En ella se desnudarán una ex detective del DAS y una supuesta ex guerrillera fariana, que pareciera que ha pasado más tiempo en el gimnasio haciendo zumba que en las “montañas de Colombia”. Sería supuestamente un homenaje a la reconciliación. ¡Qué vaina! Tanto se ha dicho que las mujeres no han tenido suficiente participación en el proceso de paz y ahora esto. Mientras los medios han prácticamente invisibilizado la participación de mujeres en la delegación de paz de las FARC-EP, la revista Soho muestra cuál es el rol que tienen las guerrilleras en la construcción de paz: empelotarse. Operarse, convertirse en muñecas del narcotráfico, en chicas pre-pago al servicio de diplomáticos gringos, alimentar las fantasías machistas de la trogloditamente sexista sociedad colombiana. Las desmovilizadas tendrán que aspirar a convertirse en esa vieja clonada que mueve el culo y las tetas en todos los videos que sacan cantantes paisas de mala muerte. Entrar al mercado de la carne que alimenta a esta monstruosa industria de la belleza, de la fantasía, del turismo sexual, de las taras y las frustraciones glamorosas. La mujer pasiva, como una fruta madura, lista para ser consumida por quien tenga la capacidad de pagar el precio.

La objetivación sexual de las guerrilleras no es algo nuevo. Los medios abundan con historias sensacionalistas –y difícilmente creíbles- de guerrilleras convertidas en esclavas sexuales. Algunas historias son ridículas: por ahí encontraron una foto de la guerrillera holandesa Alexandra Nariño, y de inmediato los medios la convirtieron en la “bailarina exótica” de las FARC-EP. Esto no sólo ocurre en Colombia: también en Turquía y Siria los medios promueven la imagen hipersexualizada de mujeres jóvenes kurdas con armas. La propaganda sucia de la guerra, que busca la satanización del adversario, se cruza por un instante con los deseos machistas. Se trivializa el conflicto, se refuerzan los valores de la sociedad patriarcal y también los valores del mercado que convierte a la mujer en producto de consumo.

Pero ese rol está reservado para ciertas mujeres en el post-conflicto. Desde la vereda de las organizaciones de víctimas, hay otro rol para la mujer: un rol maternal, de mujer abnegada, sufriente y despolitizada, cuyo único discurso aceptable es el de los derechos humanos y la justicia. Que ni se hable de revoluciones ni de transformación social, eso no sienta bien a una madre que solamente quiere que la dejen tranquila. Para las ONGs europeas el único rol aceptable para una mujer es la de líder comunitaria de corte maternal, que protege a sus hijos y, por extensión, a su comunidad. Siempre ha habido un algo, un no sé qué no sé dónde, que me ha incomodado de esta representación de la líder-madre, que resalta una visión unidimensional y conservadora de la mujer, que refuerza estereotipos. Las sociedades más machistas son las que más exaltan a la santa madre (porque todas las demás mujeres son putas). No parimos hijos para la guerra dicen. Bueno, también hay mujeres que han optado por participar activamente de la guerra y no parir hijos. Horror de horrores. La guerrillera aparece como una fiera salvaje, la anti-tesis y la negación de “lo mujer”, cuya existencia se explica por una honda degeneración o por su inocencia burlada, porque le han lavado la cabeza, porque la han engañado. Jamás por su propia decisión, jamás como un acto consciente que demuestre su agencia ¿Una mujer insurgente? Un oxímoron.

La santa madre o la puta. Son las dos alternativas que la sociedad patriarcal parece estar dejando a la mujer para abrirse un espacio en una sociedad que busca un rumbo alternativo a la eterna guerra. Colombia oscila, errática y esquizofrénicamente, entre el conservadurismo paleolítico del procurador Ordoñez y el libertinaje disolvente de la cultura traqueta. Alguna vez se pidió libertad sexual, y el capitalismo, que todo lo que toca lo convierte en mercancía, en su lugar nos dio pornografía. Hoy el país necesita de paz con justicia social, y nos dan un show erótico trivial. Como todos los espacios que se abran en medio de este proceso, tocará que se lo labren las mujeres con su propio esfuerzo, con su propia rebeldía, con su propia imaginación, con su dignidad. En serio, nos merecemos un poco más de respeto: basta de seguir trivializando a las mujeres y su rol en la necesaria transformación de una sociedad que está, por donde se la mire, podrida.
 

José Antonio Gutiérrez D.
10 de noviembre, 2015


domingo, 8 de noviembre de 2015

PROGRAMACIÓN: Tercera feria anarquista del libro y la publicación de Medellín.

“…Esta feria es un proyecto impulsado por diferentes individualidades y colectivos, que surge, año tras año, de nuestra necesidad de crear espacios de encuentro aptos para el debate, el análisis y el reconocimiento de los procesos y proyectos ácratas que se están gestando en los diferentes lugares de Colombia y el mundo”


miércoles, 4 de noviembre de 2015

Las Paradojas: Cambio Radical y victoria electoral


“Quien ostenta el poder económico obtiene los votos “ es una lapidaria frase que nos sirve para referirnos a la actual correlación de fuerzas dentro del ajedrez político en Colombia que se tornó más complejo luego de los resultados de los comicios regionales de las pasadas elecciones.

En esta oportunidad, las grandes maquinarias ganaron nuevamente como es ya sabido gracias entre otras cosas a las multimillonarias inyecciones de dinero muy bien protegidas por las estructuras paramilitares a lo largo y ancho de nuestra geografía, dando por gran ganador al partido Cambio Radical el otrora partido Uribista, hoy con la coalición de gobierno: la unidad nacional y sus estructuras de partido permeadas por la parapolítica, la corrupción, el clientelismo y demás vejámenes propios de la clase dirigente que representan de manera fidedigna.

Las hipócritas apuestas con las que ganaron en la contienda electoral resultan extremadamente peligrosas pues se trata de artilugios de viejos “zorros” políticos que en el marco de los diálogos de paz, pese a la retorica democrática, se regocijan disimuladamente en una salida militar al conflicto social, político, económico y armado. No en vano sus adeptos ganadores en los distintos cargos públicos militarizaran sus zonas de control con tal de asegurar sus intereses económicos en medio de un perfilado contexto de post-conflicto que busca bloquear cualquier oportunidad de cambio de parte de los movimientos sociales.

Es la paz de los sepulcros – en clave de tema coyuntural- la que rubricará este partido político en los territorios de influencia que con mano tendida por parte de aquellas fuerzas oscuras empeñadas en colocar a Germán Vargas Lleras en la presidencia de la república [1], contrainsurgente por excelencia como lo demuestra un artículo periodístico en el que se señala que: “Incluso, Vargas Lleras fue quien reveló en el Congreso, a finales del 2001, cómo la guerrilla de las FARC se había fortalecido militarmente y había engañado al gobierno de Andrés Pastrana con el despeje de la zona del Caguán. Producto de esa situación, Vargas Lleras apoyó a Álvaro Uribe que prometió una guerra frontal contra la subversión con el propósito de acabar el conflicto por la vía militar” [2]. De esta forma, salta a la vista que jugadas tales como su programa de casas de interés prioritario fueron ideadas como oportunidad de asegurar un trampolín político ganándose adeptos, que de alguna u otra forma, lograron configurar artificialmente una imagen pública favorable de manera solapada que hizo de él, la votación más alta para la actual composición del senado de la República labrando la ruta para llegar a la casa de Nariño en 2018.



martes, 3 de noviembre de 2015

Las mentiras de Robin Hood



Los poderosos a lo largo historia siempre han entendido perfectamente
la utilidad de la generosidad estratégica como arma para la
dominación. Los cesares derrochaban enormes fortunas para entretener a
la plebe romana. En el Medievo, la nobleza feudal y la iglesia
católica eran los protectores benevolentes de las castas mas bajas.
Durante el renacimiento italiano, los acaudalados banqueros, como los
Medici de Florencia, fueron uno de los primeros en levantar las
banderas del mecenazgo de las artes y las ciencias. Los Rothschild,
los Rockefeller, y los grandes capitalistas del siglo XIX fueron
generosos benefactores públicos. Todos ellos comprendieron el valor de
un obsequio o una donación en nombre del bien general para promover
sus propios intereses.

En la actualidad, la realidad no es diferente. Las mega corporaciones
transnacionales aportan billones de dólares cada año para financiar
actividades con fines benéficos en todas partes del mundo. En la
lista Forbes de los hombres más ricos del planeta también encontramos
a los filántropos más generosos. Las donaciones son una pieza angular
en las políticas publicitarias y de relaciones publicas de todas las
organizaciones con cierta influencia sobre la sociedad.

En el reino de las relaciones sociales, un regalo casi siempre implica
complejos sentimientos de obligación y elevados precios psicológicos.
Nunca viene gratuitamente para el destinatario. Siempre esconden
compromisos ocultos.

La generosidad estratégica apacigua a la gente, distrae a la opinión
pública con respecto a las tretas que los poderes comúnmente practican
y coloca al receptor en posición de deuda. Al dador, esta técnica le
confiere un aire de autoridad paternal y una imagen de bonachón. Entre
los dominantes, el dinero no es utilizado principalmente para comprar
cosas bonitas sino para comprar control sobre los demás. Para
conquistar a las masas, las elites deben cortejarlas con esplendidas
dadivas. Jamás enseñan lo suficiente para que las masas puedan
sobrevivir sin su ayuda.

Comunicado de la FAI contra la represión en Barcelona: Nunca es el lechero

Decía un tal Churchill (de momento poco sospechoso de anarquista) que la democracia es ese sistema de convivencia en el que cuando alguien golpea tu puerta a las 6 de la mañana, podías estar seguro que era el lechero. Hace ya mucho que en Barcelona no se reparte la leche a domicilio, pero las puertas no solo siguen siendo golpeadas, también son derribadas. Y no, no es el lechero. 

El pasado 28 de octubre la policía del gobierno catalán volvió a arremeter contra el Movimiento libertario, espoleada por la Audiencia nacional, el organismo jurídico continuador del tristemente célebre Tribunal de Orden Publico franquista. Esta vez los barrios golpeados son Sant Andreu, La verneda, El Clot, Sants y Gracia, sin olvidar la población de Manresa. Han allanado los domicilios de 9 compañeros y compañeras a los que han robado sus pertenencias y secuestrado.

Empieza a ser una constante en estas razias policiales el atacar y expoliar algún local social que se distinga por sus actividades participativas en el territorio y su labor cultural. Esta vez les ha tocado al Ateneo Libertario de Sants. El botín ha consistido en diverso material gráfico, como carteles y pinturas, libros, ordenadores y lápices de memoria. Sin duda peligroso material subversivo, pero que difícilmente puede ser relacionado con ningún supuesto terrorismo.

La excusa vuelve a ser el fantasmagórico GAC (Grupos de Anarquistas Coordinados) que de ser un ya desaparecido colectivo dedicado a la difusión de ideas libertarias ha pasado a convertirse, por obra y gracia del poder mediático, en la nueva ETA. Su único delito conocido es la publicación de un libro titulado “Contra la democracia”.

La intencionalidad nos parece clara: el Estado es una organización terrorista que se sustenta mediante la violencia. No puede ni quiere permitir la disidencia, y mucho menos que las personas se organicen por sí solas sin necesidad de guías ni líderes. Así que trata e inculcar el miedo en la población para impedir que la lucha por otras formas de convivencia más justas y libres se generalice. Pero se equivocan. Se equivocan mucho.

Durante más de 100 años han intentado eliminarnos. A veces, con un gran esfuerzo por su parte y con mucha sangre por la nuestra, han conseguido frenarnos. Pero su represión nunca ha podido pararnos.
Solidaridad con los compañeros y compañeras secuestrados por el Estado. Seguimos luchando.


NADA SE HA PERDIDO QUEDA TODO POR GANAR


Malditas elecciones decimos al ver el panorama en que nos quieren enmarcar, malditas elecciones porque sabemos que gobierne quien gobierne el pueblo siempre pierde. Malditas elecciones que se roban el tiempo y espíritu de lucha de muchas de nuestras compañeras, de nuestras vecinas y amigas. Una vez más nos encontramos con el panorama gris y desolador de las elecciones, este ritual de cada 2 años que nos lleva a reflexionar una y otra vez sobre la poca efectividad de la disputa parlamentaria.

Los grandes medios excitados por la disputa electoral nos muestran un cuadro político cada vez más complicado, que no es diferente a lo que estamos acostumbrados a vivir pues vemos como nivel nacional se han posicionado los mismos clanes políticos de siempre que actualmente representan la Unidad Nacional gracias al discurso de la PAZ, estos grupos como el partido “Cambio Radical”: otrora, partido uribista y ahora como es bien sabido controlado por el Vicepresidente Germán Vargas Lleras, consagrado “enemigo” de Álvaro Uribe Vélez; Partido compuesto por “Delfines” hijos de políticos de antaño, acostumbrados a la politiquería y al clientelismo, que buscan el poder en todas sus formas por lo que no tienen miedo ni vergüenza de dar aval a candidatos expresamente sindicados de corrupción y cercanos a sectores paramilitares como la próxima gobernadora de La Guajira, Oneida Pinto, electa con un poco más del 65% de los votos, comprobando así que este territorio sigue siendo un bastión del Paramilitarismo, en cabeza del exgobernador, Kiko Gómez.

A su vez nos encontramos el repunte del partido Liberal que sigue en manos de los caciques de siempre que saben mover sus maquinarias a la hora del circo electoral, garantizando el poder local en varias gobernaciones y alcaldías en muchos casos en alianzas con partidos que también componen unidad nacional y en algunos casos con “la oposición”, es decir, con el centro democrático, marcando el talante pragmático de estas elecciones a nivel nacional.

En definitiva a nivel nacional se remarca el poderío de todos los partidos de Unidad Nacional desplazando en algunos territorios el poder que se creía podría llegar a tener el proyecto de Extrema Derecha de Álvaro Uribe Vélez y sus camarillas. Pero esto no nos puede llegar a confundir, ya que la proyección en parte del Centro Democrático es recuperar el poder a nivel local, con los concejos, asambleas y alcaldías municipales para poder enfrentar desde las regiones el posible escenario de posacuerdo, que marcará un nuevo recrudecimiento de la avanzada Paramilitar en el país. A su vez marcando el poderío del proyecto Paramilitar en los departamentos del Norte de Colombia, y conservando sus principales territorios en la costa, se encuentra el Partido “Opción Ciudadana”, que cada elección cambia de nombre pero no de personajes y maquinarias.