miércoles, 16 de noviembre de 2016

Exigimos la legalización del asentamiento la Honda como barrio (Medellín)


Medellín, Noviembre de 2016

Carta abierta a la ciudad 

La experiencia del barrio la Honda es quizá una de las más significativas en la ciudad de Medellín, frente a la organización y resistencia civil que se dio en la historia reciente del país por parte de los miles de campesinos despojados de la tierra en las zonas rurales y urbanas, los cuales hoy habitan las laderas de las grandes ciudades.  

Dieciocho años de historia en un territorio de ladera en la Comuna 3, Manrique, son los que conmemoramos este año, están escritos a pulso por medio de acciones colectivas de gran referencia local, esta experiencia es fundamental para comprender las dimensiones del destierro en Colombia y la realización del derecho a la ciudad. 

Desde el año 1997 los desarraigados llegamos a la nueva vida en este territorio, aproximadamente fuimos 70 familias vinientes de varios municipios de Antioquia quienes formamos los sectores 1, 2, 3 y 4 de la Honda. 

Al comienzo construimos las casas en plásticos, luego empezamos a hacerlas en bareque y después en Madera. Formamos los primeros caminos y colocamos energía de un bombillo para cada familia. Nos destacamos en ese tiempo por la convivencia que teníamos, si había para una aguapanela no era para uno solo, sino para todos y todas. Vivimos en fraternidad, con la calidad humana que el destierro despertó en cada uno de nosotros.

Nuestras metas eran y siguen siendo claras: estar juntos, reclamar el derecho a la ciudad, reclamar una reparación colectiva por medio de la legalización de la Honda como barrio, así lo hemos hecho desde que nos apropiamos de este territorio a causa de la violencia macabra que nos hizo salir del propio, ahora no tenemos que pedir hacer pate de la ciudad, después de tantos años, lo exigimos. 

En el proceso de consolidación del barrio han sido muchas las organizaciones externas y del territorio las que han caminado con nosotros, recordamos con mucho cariño a La ACA (Asociación Campesina de Antioquia), ANDAS (Asociación Nacional de Ayuda Solidaria), CODESHEL (Corporación de Derechos Humanos Semillas de Libertad), FEDES (Fundación para la Educación y el Desarrollo), Fundación SUMAPAZ, Red Juvenil de Medellín, La ROC (Red de Organizaciones Comunitarias), Corporación CONVIVAMOS, PASTORAL SOCIAL y otros.

También desde el territorio a la red RIOCBACH (Red de instituciones y organizaciones comunitarias barrios, La Cruz, Bello Oriente y La Honda) LATEPAZ (Líderes hacia adelante por un tejido humano de paz), COMADRES trabajando juntas, Mujeres AVENTURERAS Gestoras en Derechos, Grupo de la tercera edad Los ELEGIDOS, Grupo PAZ, CULTURA Y MEDIO AMBIENTE, ASFADESFEL (Asociación de familias desplazadas en búsqueda de la felicidad), ASOLAVIDI (Asociación comité de población desplazada, ladera vida y dignidad), la JAC del barrio la Cruz (2002-2008) y la JAC del barrio la Honda (2008-2012).

Todas estas organizaciones y en últimas las personas que les representaban, los profesionales, estudiantes y líderes fueron esenciales en este proceso de construir barrio.

Hoy somos los jóvenes en compañía de las mujeres y hombres que desde el 97 vienen construyendo el barrio, quienes exigimos que a la Honda se le reconozca legalmente, que la ciudad de una vez le repare el derecho de pertenecer a ella, que pueda dársele el título de barrio, para así seguir con más fuerza esta construcción. Desde el Movimiento Nacional de Niños, Niñas, Adolescentes y Jóvenes GESTORES de PAZ, el Colectivo de Memoria Histórica RAÍCES, Corporación Grupo de Estudio en Ciencias Antropológicas (GRECA), El Colectivo de Mujeres MÁNDALA, la Corporación Víctimas Sobrevivientes del URABÁ y La JAC de la Honda (2016-2020), exigimos a la Administración Municipal en cabeza del señor alcalde Federico Gutiérrez Zuluaga y al Concejo de Medellín generar todas las condiciones necesarias a nivel político, de planeación y administración para que este proceso se lleve a cabo y no poner trabas en el camino. 

Un camino que tomó más fuerza el 14 de febrero del 2003 con la declaratoria de Asentamiento de Refugiados por la Paz y los Derechos humanos, en respuesta a los ataques sistemáticos a la población civil por parte del Estado por medio de acciones militares como la operación Estrella VI, y por el rechazo al estigma que se ejercía sobre la población en situación de desplazamiento. 

Luego vendría con la reactivación del trabajo organizativo otra acción que sustenta esta exigencia. Así lo recordamos “En abril de 2008 se realiza una toma cívica al Concejo de Medellín, 102 habitantes de la Honda ocuparon el recinto permitiendo visibilizar el reclamo de las victimas del desplazamiento forzado por su derecho al territorio y a la ciudad.  Además de ello, se creó una mesa de concertación con la EDU desde 2009 a 2010 en la cual la Honda se reconocía como un territorio autónomo de los barrios la Cruz y Versalles N°2, para la intervención que se realizaría según concepto de planeación municipal, con la regularización de barrios, con este se contemplaba diseñar la intervención en las líneas de mitigación, mejoramiento de vivienda en los sectores 1 y 4, además de vivienda nueva en el sector Cerezal”, esto nunca se dio. 

Por todo este proceso este año, 18 años después de la fundación de nuestro barrio la Honda, queremos que se reconozca de manera formal la legalización del asentamiento como barrio en el marco del derecho a la ciudad y a la reparación colectiva, por todo el daño sufrido antes y después del desplazamiento. Por esto decimos con voz fuerte: ESTE ES NUESTRO TERRITORIO Y TENEMOS DERECHO A VIVIR EN ÉL, PUES LLEGAMOS DEL CAMPO PARA QUEDARNOS. 

Aquí estamos y aquí nos quedaremos, nuestro hogar es la ladera de la Comuna 3, la Honda, la Cruz, Bello Oriente, María Cano Carambolas, Versalles N°2 y San José la Cima 1 y 2. Pero aunque estamos aquí, no hemos olvidado nuestro pasado, no olvidamos nuestro territorio, nuestras montañas, la tierra que teníamos, los alimentos, los frijoles, el café, el maíz, la caña, el machete, el sombrero, las botas, el silencio de la selva, los animales, el canto de los pájaros, el canto de los gallos, la tranquilidad. Tampoco olvidamos a nuestros familiares, hijos, madres, padres, amigos, vecinos, a los que fueron asesinados en nuestros lugares de origen y aquí en la ciudad después de estar asentados, a los viejos que murieron esperando regresar, a los que no sabemos dónde están y aún seguimos esperando. 

Ponemos como garantes de esta manifestación a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados – ACNUR-, al Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia, a la Defensoría del Pueblo, a la Personería de Medellín, a la Corporación Víctimas Sobrevivientes del Urabá, a la Corporación Convivamos, a la JAC barrio la Honda (20162020), a los medios de comunicación alternativos y a todos y todas ustedes que hacen parte de esta construcción colectiva.

*Comunidad del barrio la Honda y organizaciones articuladas en la casa de Encuentros Luis Ángel García Bustamante (Raíces, Colectivo de Memoria Histórica Comuna 3, Manrique, Corporación víctimas sobreviventes del Urabá, Corporación-GRECA, Gestores de Paz, MujeresMandala -Asociación- )



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