lunes, 23 de enero de 2017

Washington: Así fue la protesta anti-Trump del DisruptJ20

La capital norteamericana vivió una jornada inusual para la ceremonia de asunción presidencial; diferentes movilizaciones de protesta ocurrieron en Washington,de modo que el tono de gala solemne que pretendía imprimirse con la celebración oficial se opacó ante las protestas masivas expresando diversos reclamos e inconformidades, las cadenas humanas de jóvenes anarquistas bloquendo la entrada al evento, la masiva represión policial, la rotura de vidrieras de bancos y comercios, el omnipresente olor de gas pimienta y en la detención de al menos 217 personas. 


El jefe de Policía interino de Washington DC, Peter Newsham, informó en la noche del viernes 20/1 a la prensa de las detenciones, pretendiendo justificarlas alegando que los arrestados habían intentado "interferir en las celebraciones" de la asunción de Donald Trump a la Presidencia, y que habían provocado 'daños significativos' en establecimientos y contra vehículos". De esa manera, fue como el cabecilla policial describió la acción de grupos de manifestantes que intentaron bloquear en tono festivo los accesos a los puntos donde el público podía contemplar la investidura presidencial y el posterior desfile. Esa protesta expresaba el disgusto que mucha gente en Estados Unidos siente por la postura de Trump sobre sobre mujeres, inmigrantes ilegales y musulmanes, entre otros temas.


Las escaramuzas continuaban ya entrada la noche, aún cuando las celebraciones en la calle por la asunción habían terminado y todos los ricos y poderosos de la ciudad se vestían de galas para los tradicionales bailes que marcan, en distintos puntos de la capital, el cierre a la jornada de Inauguración.

En una ciudad blindada por el operativo de seguridad para evitar manifestaciones, numerosos opositores consiguieron hoy igualmente protestar por la llegada de Trump al poder en varias columnas que tuvieron distintas improntas, desde un tono lúdico hasta acciones violentas que emprendieron contra diferentes locales capitalistas de Washington. A decir de una persona participante: "Aquí hay mucha gente de orígenes diversos que están contra el imperialismo estadounidense y sentimos que Trump continuará con ese legado".

Desde bien temprano, decenas de manifestantes de organizaciones de derechos humanos y de izquierda, entre ellas Black Live Matter (las vidas negras importan), se juntaron frente a varios puestos de control que permiten la entrada a las celebraciones y, por momentos, lograron frenar la entrada del público. Con bailes, banderas arcoiris y carteles de "No a Trump", decenas de manifestantes se concentraban en las entradas del público a los diversos puntos de la Avenida Pensilvania o la explanada del National Mall, desde donde pueden contemplar la investidura quienes no poseen los pases oficiales.

Voceros de las organizaciones informaban a media mañana que su intención era bloquear el ingreso de los simpatizantes del flamante mandatario, pero también tratar de demorar el inicio de la ceremonia de asunción. Rápidamente la Policía reprimió a los activistas a empujones y despejó una zona con un cordón humano integrado por decenas de efectivos para improvisar un corredor para que los simpatizantes de Trump pudieran acceder al predio para seguir la asunción.

La escena incluyó forcejeos y empujones pero no detenidos, en contraste con una situación de más tensión que se vivió cuando grupos de anarquistas también intentaron frenar el ingreso de asistentes a la ceremonia y fueron reprimidos por la policía a fuerza de gases lacrimógenos. En su retirada, los manifestantes identificados con la consigna "Disrupt J20", respondieron tomando acción contra varios comercios, especialmente cadenas multinacionales como Mc Donalds y Starbucks, pero también contra sede bancarias a las que les rompieron los vidrios a pedradas.

En un tono  distinto, otras movilizaciones de protesta convocadas por diversas causas, recorrieron distintos ámbitos de la ciudad. Por la tarde, luego de que Trump se trasladara desde el Capitolio a la Casa Blanca, los manifestantes buscaron bloquear el camino por el que debía transitar el desfile presidencial previsto para las 15 hora local. En un virtual juego del gato y el ratón, las protestas se trasladaban de uno a otro de los cuatro puntos "sensibles" en los que los manifestantes especulaban que podrían romper el vallado policial. Las fuerzas de seguridad por su parte, respondieron las arremetidas con gases lacrimógenos y eventuales cargas que dispersaban a los manifestantes que, lejos de las filas de antidisturbios, se volvían a reunir para hacer un nuevo intento o para replegarse hacia alguno de los otros puntos.

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